Hay un hombre ahorcado en una colina desde la que se puede ver el Palacio de la nobleza romana, el templo judío y el Monte Gólgota, presidido por tres cruces, de las cuales una se diría que es la principal por la de gente que se reúne al rededor.

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Hay un hombre ahorcado en una colina desde la que se puede ver el Palacio de la nobleza romana, el templo judío y el Monte Gólgota, presidido por tres cruces, de las cuales una se diría que es la principal por la de gente que se reúne al rededor.
¿Qué quieres que te diga, Rafa? Creo Jesús de Nazaret fue un gran filósofo y le dio por decir que era Dios para cambiar el mundo. Es decir, el tipo tiene razón y lo sabe. Y va diciendo, hey, escuchadme, hay que amar a los demás, no importa el qué suceda ni a dónde os […]
Somos un ochenta por ciento de agua mezclada con ridículas proporciones de luz a través de la cual vemos
El alumno ayer soñó que se le venían todos los libros encima. Una pesadilla terrible en la que le abrían las persianas de par en par y le despertaban.
Hoy confesóse el Rey Luis XIII Nuestro Señor. Era el problema no otro que el de siempre: En tanto habita los recovecos más deshonestos de la Reina Nuestra Señora siente un dolor agudo en su real badajo.
Cuando me dijo “a ver si me voy a tener que cagar en el putero de tu padre”, yo asumí que la envidia es así de mala, no obstante, para que se desahogara, contesté: “a ver si con esos cuernos puedes salir del metro, mirlo de los cojones”.
Marcos Fernández está traumatizado por la profundísima y más que evidente asimetría de su rostro. Su ojo izquierdo está elevado respecto del derecho, mucho más pegado a la boca. Esto hace, a su vez, que se le caiga una ceja y que las orejas resulten acompasadas y lelas.
La libertad es una conjunción de dinero y opciones y, en este caso, no teníamos ni lo uno ni lo otro.
Ha pasado ya más de un año desde que invité a Josema al pueblo. Lo recordé volviendo a allí, a Tamurejo, en la Siberia Extremeña. Concretamente, lo recordé pasando por Puerto Rey, un lugar maldito donde el tipo que tiene la grúa apenas sabe hablar. Pensamos comprar una botella de ginebra antes de salir, pero […]
Se levantó a las 7 de la mañana para ir al trabajo y fue a buscar su… Su… ¿Cómo es esa cosa?
No tener nada que perder ha sido una tregua, un encuentro placentero con la miseria de los relojes.
Estamos hablando de nasos imponentes. Si hubiera una lluvia de gafas, se las hubieran quedado todas. Dos napias sustentadoras de dos caras que resultaban invisibles, narices que servirían de paraguas, envidia de los tucanes. Imagínense la cantidad de petróleo.
No se había despertado del todo cuando, en la estación de metro Duque de Pastrana, observa que las baldosas tienen forma de cipotes. Los cuenta: Uno, dos, tres… Veinte cipotes. Mide con pasos las distancias: Cada cipote mide dos metros de alto, por medio metro de ancho. “Caramba”, afirma, es una persona curiosa, pero no muy expresiva.
-En verdad, te digo que al final vamos a ser lo que el narrador quiera que seamos, José Luis. No somos nadie, el narrador es siempre el que ha ganado la partida, incluso antes de que todo esto empiece -dijo el personaje con un criterio raquítico.
Noto cómo me mira la gente. Alguno ya me conoce. Cuando alguien me conoce y va con alguien que no, a través de los reflejos que hacen las ventanas veo que me señala, arquea la cabeza para poder hablar cuanto más bajito mejor y sonríe, unas veces sintiéndose culpable, otras veces con total auto-impunidad. La auto-impunidad me parece bien, de hecho, yo siempre he apoyado al Gobierno.